El mundo de la moda sustentable también está adoptando prácticas de reutilización, reciclaje y atención al medio ambiente. ¿Dónde estamos hoy?
El sector de la moda es uno de los más contaminantes de todos. Los números muestran claramente esta realidad: según una estadística reportada por Bloomberg, el sector de la moda es responsable de cerca del 10% de las emisiones mundiales de dióxido de carbono a la atmósfera.
Además, el mundo de la moda genera una quinta parte de los 300 millones de toneladas de plástico que se producen a nivel mundial cada año.
El poliéster derivado del petróleo ha superado al algodón en la producción textil. Baste decir que la ropa hecha de poliéster y fibras sintéticas son responsables de la contaminación por microplásticos, que es particularmente dañina para los ecosistemas marinos.
Partiendo de estas premisas, el concepto de moda sustentable juega un papel fundamental en la reducción del impacto que todo el sector tiene sobre el planeta y sobre las personas.
Cada vez más empresas de moda apuestan por reducir el consumo de agua, luchar contra el despilfarro e introducir procesos productivos más sostenibles, con el fin de elevar los ratings ESG (Environmental Social Governance) y abrazar los valores de la Agenda ONU 2030 sobre desarrollo sostenible.
¿Qué es la moda sustentable?
El concepto de moda sustentable o moda sostenible hace referencia a una moda que está atenta a las necesidades de la sociedad, la comunidad y el medio ambiente. En concreto, los pilares de la moda sustentable van desde la promoción del empleo femenino en la cadena de suministro, hasta la elección de tejidos ecológicos y naturales.
Todo combinado con la innovación tecnológica, que puede generar modelos productivos aún más atentos a las necesidades del mundo y el planeta.
¿Cómo hacer sostenible el mundo de la moda?
Según estimaciones de McKinsey y el Foro Económico Mundial, la cantidad de prendas producidas cada año se ha duplicado al menos desde el año 2000. Asimismo, según datos de la EPA, alrededor del 70 % de la ropa termina en vertederos y solo el 13% de la ropa han sido reciclados.
Por ello, uno de los principios rectores de la moda sostenible es el reciclaje y la reutilización de la ropa. Junto a la economía circular está la elección de fibras textiles ecológicas y naturales, para reducir la contaminación plástica y el desperdicio de recursos hídricos.
Las fibras naturales pueden, por ejemplo, extraerse del cáñamo. Otros recursos útiles son el lino y el yute. El algodón tiene un alto impacto ambiental, ligado principalmente al alto consumo de agua. Hoy, sin embargo, existen procesos que hacen posible cultivar algodón orgánico y obtener algodón reciclado, para reducir la carga sobre el medio ambiente. También existen fibras sintéticas ecológicas, como Econyl, una fibra textil sintética que deriva de la regeneración de polímeros plásticos reciclados. Es una especie de nailon ecológico, creado gracias al reciclaje de redes de pesca abandonadas en los océanos, alfombras domésticas, residuos plásticos industriales y retazos de tela utilizados por la industria textil.
La apuesta de los gigantes de la moda
En los últimos años, muchas empresas han hecho públicos sus compromisos medioambientales. Por ejemplo, Zara (grupo Inditex) ha declarado su compromiso de alcanzar el 50% de productos fabricados con materiales reciclados y algodón de cultivo ecológico en 2022.
Marcas como Boohoo, H&M y Kering han mostrado informes sobre la sostenibilidad de sus procesos de negocio, fomentando la ”uso de materiales orgánicos y reciclados ( aunque H&M ha recibido un premio de greenwashing)
La tecnología como motor de la moda sostenible
En una audiencia en el Senado de la República Italiana sobre PNRR, ASviS recordó la importancia del sector de la moda, fundamental para el país y “olvidado” dentro del Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia. La intervención compartida por ASviS, escrita junto con la Escuela Avanzada de Desarrollo Sostenible de Siena, explica cómo el sector de la moda puede alcanzar los objetivos definidos por la Agenda 2030 y el Pacto Verde Europeo.
En particular, las acciones a implementar giran en torno a los conceptos de gobernanza, reshoring, formación profesional, digitalización y economía circular. Con respecto a este último punto, es importante subrayar que la producción de hilos y tejidos a partir de residuos orgánicos representa una solución real para crear materiales valiosos.
En este caso hablamos de la bioeconomía circular, un concepto que se basa en el aprovechamiento de los recursos biológicos derivados del sector agrícola y forestal, procesados gracias a las biotecnologías.